Heberto Padilla(1932–2000)Fuera del juego (1968)
EN TIEMPOS DIFÍCILES
A aquel hombre le pidieron su tiempopara que lo juntara al tiempo de la Historia.Le pidieron las manos,porque para una epoca dificilnada hay mejor que un par de buenas manos.Le pidieron los ojosque alguna vez tuvieron lagrimaspara que contemplara el lado claro(especialmente el lado claro de la vida)porque para el horror basta un ojo de asombro.Le pidieron sus labiosresecos y cuarteados para afirmar,para erigir, con cada afirmacion, un sueño(el-alto-sueño);le pidieron las piernas,duras y nudosas,(sus viejas piernas andariegas)porque en tiempos dificiles¿algo hay mejor que un par de piernaspara la construccion o la trinchera?Le pidieron el bosque que lo nutrió de mno,con su árbol obediente.Le pidieron el pecho, el corazon, los hombros.Le dijeronque eso era estrictamente necesario.Le explicaron despuésque toda esta donación resultaría inútilsin entregar la lengua,porque en tiempos difícilesnada es tan útil para atajar el odio o la mentira.Y finalmente le rogaronque, por favor, echase a andar,porque en tiempos difíciles esta es, sin duda, la prueba decisiva.
EL DISCURSO DEL MÉTODO
Si después que termina el bombardeo,andando sobre la hierba que puede crecer lo mismoentre las ruinas que en el sombrero de tu Obispo,eres capaz (lo imaginar que no estás viendolo que se va a plantar irremediablemente delante de tus ojos, o que no estás oyendolo que tendrás que oír durante mucho tiempo todavía; o (lo que es peor)piensas que será suficiente la astucia o el buen juiciopara evitar que un día, al entrar en tu casa,sólo encuentres un sillón destruido, con un montón de libros rotos, yo le aconsejo que corras enseguida, que busques un pasaporte, alguna contraseña, un hijo enclenque, cualquier cosaque puedan justificarte ante una policía por el momento torpe (porque ahora está formada de campesinos y peones)y que te largues de una vez y palo siempre.Huye por la escalera del jardín (que no te vea nadie).No cojas nada.
No servirán de nada
ni un abrigo, ni un guante, ni un apellido,ni un lingote de oro, ni un título borroso.No pierdas tiempo
enterrando joyas en las paredes
(las van a descubrir de cualquier modo).
No te pongas a guardar escrituras en los sótanos
(las localizarán después los milicianos).
Ten desconfianza de la mejor criada.No le entregues las llaves al chofer, no le confíesla perra al jardinero.No te ilusiones con las noticias de onda corta.Párate ante el espejo más alto de la sala, tranquilamente,
y contempla tu vida,y contémplate ahora como eresporque ésta será la última vez.
Ya están quitando las barricadas de los parques.Ya los asaltadores del poder están subiendo a la tribuna.Ya el perro, el jardinero, el chofer, la criada
están allí aplaudiendo.
EN TIEMPOS DIFÍCILES
A aquel hombre le pidieron su tiempopara que lo juntara al tiempo de la Historia.Le pidieron las manos,porque para una epoca dificilnada hay mejor que un par de buenas manos.Le pidieron los ojosque alguna vez tuvieron lagrimaspara que contemplara el lado claro(especialmente el lado claro de la vida)porque para el horror basta un ojo de asombro.Le pidieron sus labiosresecos y cuarteados para afirmar,para erigir, con cada afirmacion, un sueño(el-alto-sueño);le pidieron las piernas,duras y nudosas,(sus viejas piernas andariegas)porque en tiempos dificiles¿algo hay mejor que un par de piernaspara la construccion o la trinchera?Le pidieron el bosque que lo nutrió de mno,con su árbol obediente.Le pidieron el pecho, el corazon, los hombros.Le dijeronque eso era estrictamente necesario.Le explicaron despuésque toda esta donación resultaría inútilsin entregar la lengua,porque en tiempos difícilesnada es tan útil para atajar el odio o la mentira.Y finalmente le rogaronque, por favor, echase a andar,porque en tiempos difíciles esta es, sin duda, la prueba decisiva.
EL DISCURSO DEL MÉTODO
Si después que termina el bombardeo,andando sobre la hierba que puede crecer lo mismoentre las ruinas que en el sombrero de tu Obispo,eres capaz (lo imaginar que no estás viendolo que se va a plantar irremediablemente delante de tus ojos, o que no estás oyendolo que tendrás que oír durante mucho tiempo todavía; o (lo que es peor)piensas que será suficiente la astucia o el buen juiciopara evitar que un día, al entrar en tu casa,sólo encuentres un sillón destruido, con un montón de libros rotos, yo le aconsejo que corras enseguida, que busques un pasaporte, alguna contraseña, un hijo enclenque, cualquier cosaque puedan justificarte ante una policía por el momento torpe (porque ahora está formada de campesinos y peones)y que te largues de una vez y palo siempre.Huye por la escalera del jardín (que no te vea nadie).No cojas nada.
No servirán de nada
ni un abrigo, ni un guante, ni un apellido,ni un lingote de oro, ni un título borroso.No pierdas tiempo
enterrando joyas en las paredes
(las van a descubrir de cualquier modo).
No te pongas a guardar escrituras en los sótanos
(las localizarán después los milicianos).
Ten desconfianza de la mejor criada.No le entregues las llaves al chofer, no le confíesla perra al jardinero.No te ilusiones con las noticias de onda corta.Párate ante el espejo más alto de la sala, tranquilamente,
y contempla tu vida,y contémplate ahora como eresporque ésta será la última vez.
Ya están quitando las barricadas de los parques.Ya los asaltadores del poder están subiendo a la tribuna.Ya el perro, el jardinero, el chofer, la criada
están allí aplaudiendo.
Labels: INTERIORES CUBANOS, SOLARES.
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