La habana ha dejado huellas en el corazón de muchas personas, le ha dado la libertad a unos y la prisión a otros, pero todos hemos estado atrapados con esa dama, a veces para amarla o para querer dejarla para siempre. Ella ha estado abierta para permitirnos compartir sus historias, asomarnos a sus balcones y rejas. Llenas de oxido, alegrías o penas.Sus interiores nos hablan del cubano, una especie que se ha esparcido como plaga por el mundo. Un día en la habana no comienza como el de new York, Tokio o París, gracias a dios para ellos- quien se imagina un camello en el centro de estas dos ciudades. Para nosotros un día comienza lleno de preocupaciones, que se inventa, resuelve o se lucha como le decimos a buscar algo que llevar a la mesa o al hogar. Un día cualquiera comienza muy agitado y lleno de sudor. Estar nervioso es algo normal y común en el cubano, su mente esta llena de preocupaciones y cuando no es así, se enferma, no se haya. Es que son tantos años de trajín y que hasta a lo malo uno se acostumbra y le coge cariño.
Cada pedazo de la habana tiene su historia que contar, puede ser la jinetera que vino a luchar, o el que se fue; no importa si llego o no, la vida seguira igual. Con las marchas, las reuniones del comité, el camello lleno de olores y todos malos, sexo deseado o no, acoso o la billetera robada pero llena de papeles; teléfonos y recetas de medicionas que aun no llegan a la farmacia. Un día de cualquier mes en la habana, es un día lleno de ruidos, gritería, en un intento de perderse o suicidio auditivo.El día tampoco termina como el de new york o Tokio. Es sentir que atraviesa a una roma arrasada, pero llena de victorias y batallas ganadas, en pie de guerra y siempre lista para vencer y ser como alguien. Que feliz hubiera sido M. Ellen Mark, Evans o Lange; Caminado por las calles de la Habana, de la universidad para todos. Me parece que les veo el rostro y la mano bien firme en sus cámaras para evitar que desaparezcan entre el murmullo y la complicidad de la que esta al lado o detrás como ángel guardián; no de ellos sino de la Habana. La Habana son muros, gritos y pequeños cielos, espacios inventados parta vivir historias propias. rodeada de mar y sal, aguantando la furia del tiempo y de las locuras de algún loco, o de los que sueñan, ella esta llena de salitre en cada rincón, rejas y paredes, en cada mente y corazón.asi es mi habana.
fragmento del libro, " CUBA, SALITRE Y SAL".
EL SALITRE DE MAR
Cada pedazo de la habana tiene su historia que contar, puede ser la jinetera que vino a luchar, o el que se fue; no importa si llego o no, la vida seguira igual. Con las marchas, las reuniones del comité, el camello lleno de olores y todos malos, sexo deseado o no, acoso o la billetera robada pero llena de papeles; teléfonos y recetas de medicionas que aun no llegan a la farmacia. Un día de cualquier mes en la habana, es un día lleno de ruidos, gritería, en un intento de perderse o suicidio auditivo.El día tampoco termina como el de new york o Tokio. Es sentir que atraviesa a una roma arrasada, pero llena de victorias y batallas ganadas, en pie de guerra y siempre lista para vencer y ser como alguien. Que feliz hubiera sido M. Ellen Mark, Evans o Lange; Caminado por las calles de la Habana, de la universidad para todos. Me parece que les veo el rostro y la mano bien firme en sus cámaras para evitar que desaparezcan entre el murmullo y la complicidad de la que esta al lado o detrás como ángel guardián; no de ellos sino de la Habana. La Habana son muros, gritos y pequeños cielos, espacios inventados parta vivir historias propias. rodeada de mar y sal, aguantando la furia del tiempo y de las locuras de algún loco, o de los que sueñan, ella esta llena de salitre en cada rincón, rejas y paredes, en cada mente y corazón.asi es mi habana.
fragmento del libro, " CUBA, SALITRE Y SAL".
EL SALITRE DE MAR
Y LA SAL DEL SUDOR;
LA SAL DE MIS LAGRIMAS,
ESA ES MI HABANA,
ES MI CUBASON MIS LAGRIMAS,
MIS LUGARESY LOS TUYOS.
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